Entones ocultos
pero queriendo
estar despiertos
se pierden solos
los ojos del silencio,
los humos no empañan
ese enigma, esa respuesta
ese espejo del cielo
que brilla en las montañas
y refracta en el valle
de las cabezas
una palabra, dos silencios
salpicados por espinas
rodeados de desiertos,
poblados de muros
inundados de males
sin ningún puerto
y el reflejo, allá arriba
dando vida
llenando los momentos
pintando los dientes
de sensaciones
que no llegan a tenerse
a tiempo
entonces ocultos, solos
se pierden
los ojos del silencio.
(Versos Anteriores - 1990/1994 - inedito)
esta poesía es dueña
ResponderEliminarde una madrugada de esas, de enero de 1994,
días en los que cursaba el ciclo introductorio para la licenciatura en comunciacion social en la U.N.C. de Córdoba.